El dragón de Hjemly Friskole

Cabeza del Dragón

Autora: Tamara Rodríguez Puerto

Hace ya algunos meses escribí un artículo en este mismo blog donde decía que la celebración está emparentada con la ausencia de trabajo y que si hay algún caso donde se incumple totalmente esta condición está relacionado con la labor artística y no me cansaré de repetir esa letanía.

Al revisar las fotos que me enviaron desde Dinamarca relacionadas con la construcción de la escultura de un dragón elaborada por Arcadio Tomás Capote y Rubén Peña, pude disfrutar tanto de la obra artística como de los rostros de felicidad de los niños de Hjemly Friskole donde está enclavada la obra, y de la cara de satisfacción  de los artistas al palpar el incomparable disfrute de sus lindos espectadores, quienes jugaban con la escultura como si estuvieran junto a Shaphira, Furia Nocturna, Toruk,  o el Nazgul alado.

La leyenda de la existencia de los dragones se sustenta en una diversa cantidad de mitos y representaciones, esparcidas entre las distintas culturas que lo encarnan. Asumen dos papeles, el de devorador y el de guardián, que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte –o el nacimiento-  de un orden universal.
 
Las tribus nórdicas de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón. Para los celtas, era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos. Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar.
Escudo de Dinamarca
Es así que llega el dragón a la heráldica danesa. Las armas del monarca danés fueron modificadas al inicio del reinado de Margarita II en 1972, en la partición inferior estaba colocado el escudo asociado al título de “Rey de los vendos”: “en un campo de gules, un dragón pasante de oro, armado y linguado de lo mismo“.
 
Este nuevo dragón danés, ubicado en Hjemly Friskole está catalogada por muchos como la escultura más larga  de toda Dinamarca, de 15 metros de largo por 4.5 de alto y funciona como guardián de estos pequeños príncipes que se sienten felices de tenerlo en su escuela. 
Dragón Terminado